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Resumen breve
Borges cuestiona la existencia misma del problema sobre qu茅 tradici贸n debe seguir el escritor argentino. Considera que se trata de un seudoproblema ret贸rico m谩s que de una verdadera dificultad intelectual.
Examina tres soluciones comunes. La primera propone que la poes铆a gauchesca, especialmente el Mart铆n Fierro, debe ser la tradici贸n argentina. Borges refuta esto argumentando que la poes铆a gauchesca es un g茅nero literario artificial, diferente de la poes铆a popular genuina de los gauchos. Los poetas gauchescos como Hidalgo y Hern谩ndez cultivaban deliberadamente un lenguaje popular que los verdaderos payadores no usaban.
La segunda soluci贸n sugiere adherirse a la literatura espa帽ola, pero Borges objeta que la historia argentina se define precisamente por distanciarse de Espa帽a, y que los argentinos disfrutan m谩s f谩cilmente la literatura francesa e inglesa que la espa帽ola.
Borges concluye que los argentinos tienen derecho a toda la cultura occidental.
Creo que nuestra tradici贸n es toda la cultura occidental, y creo tambi茅n que tenemos derecho a esta tradici贸n, mayor que el que pueden tener los habitantes de una u otra naci贸n occidental.
Resumen detallado
La divisi贸n en cap铆tulos es editorial.
Introducci贸n: el problema de la tradici贸n argentina como pseudoproblema
Borges plante贸 que el problema del escritor argentino y la tradici贸n no era realmente un problema genuino, sino m谩s bien un tema ret贸rico.
Mi escepticismo no se refiere a la dificultad o imposibilidad de resolverlo, sino a la existencia misma del problema. Creo que nos enfrenta un tema ret贸rico..., un simulacro, de un seudoproblema.
La poes铆a gauchesca como supuesta tradici贸n: cr铆tica de Lugones y Rojas
Borges examin贸 la soluci贸n m谩s com煤n: que la tradici贸n literaria argentina ya exist铆a en la poes铆a gauchesca. Seg煤n esta visi贸n, el l茅xico y los procedimientos del Mart铆n Fierro deb铆an servir como modelo para los escritores contempor谩neos. Lugones hab铆a propuesto que el Mart铆n Fierro fuera para los argentinos lo que los poemas hom茅ricos fueron para los griegos. Borges reconoci贸 que el Mart铆n Fierro era la obra m谩s perdurable escrita por los argentinos, pero rechaz贸 la idea de que debiera convertirse en un libro can贸nico.
Ricardo Rojas hab铆a estudiado la poes铆a gauchesca y la deriv贸 de la poes铆a espont谩nea de los payadores. Rojas not贸 que ambas usaban el octos铆labo y present贸 la poes铆a gauchesca como una continuaci贸n de la poes铆a popular. Borges consider贸 esto un grave error, se帽alando que Bartolom茅 Hidalgo, el iniciador de la poes铆a gauchesca, comenz贸 componiendo versos endecas铆labos, un metro vedado a los payadores. Esto demostraba que Hidalgo no era un payador, sino un poeta culto que adopt贸 una pose popular.
Borges estableci贸 una diferencia fundamental entre la poes铆a de los gauchos y la poes铆a gauchesca. Los poetas populares versificaban temas generales con un l茅xico tambi茅n general, mientras que los poetas gauchescos cultivaban deliberadamente un lenguaje popular lleno de color local. Un colombiano o un espa帽ol pod铆an comprender inmediatamente las poes铆as de los payadores, pero necesitaban un glosario para entender a Estanislao del Campo o Ascasubi.
La poes铆a gauchesca, que ha producido obras admirables, es un g茅nero literario artificial como cualquier otro. ...Nada m谩s lejos de la poes铆a popular.
Como prueba de esta distinci贸n, Borges cit贸 la payada entre Mart铆n Fierro y el Moreno al final de la segunda parte del poema. En ese pasaje, Hern谩ndez olvid贸 la preocupaci贸n por el color local y escribi贸 en un espa帽ol general sobre temas abstractos como el tiempo, el espacio y la noche. Cuando los dos gauchos se pusieron a cantar, olvidaron toda afectaci贸n gauchesca y abordaron temas filos贸ficos, tal como hac铆an los payadores reales que Borges hab铆a escuchado en las orillas de Buenos Aires.
El rechazo del color local obligatorio en la literatura argentina
La idea de que la poes铆a argentina debe abundar en rasgos diferenciales argentinos y en color local argentino me parece una equivocaci贸n.
Borges argument贸 que no hab铆a raz贸n para considerar el Mart铆n Fierro m谩s argentino que los sonetos de La urna de Enrique Banchs. Aunque en La urna no estaba el paisaje argentino, hab铆a otras condiciones argentinas. Banchs escribi贸 sobre tejados y ruise帽ores, elementos ajenos a la realidad argentina, pero en el manejo de estas im谩genes convencionales estaban el pudor argentino, la reticencia argentina, la dificultad para las confidencias y la intimidad.
La idea de que una literatura debe definirse por los rasgos diferenciales del pa铆s que la produce era relativamente nueva y arbitraria. Racine no habr铆a entendido que le negaran su derecho al t铆tulo de poeta franc茅s por buscar temas griegos y latinos. Shakespeare se habr铆a asombrado si le hubieran limitado a temas ingleses. El culto argentino del color local era un culto europeo reciente que los nacionalistas deber铆an rechazar por for谩neo.
Gibbon observa que en el libro 谩rabe por excelencia, en el Alcor谩n, no hay camellos... Mahoma, como 谩rabe, estaba tranquilo: sab铆a que pod铆a ser 谩rabe sin camellos.
Borges comparti贸 una experiencia personal: durante a帽os intent贸 capturar la esencia de los barrios extremos de Buenos Aires usando palabras locales, pero fracas贸. Luego escribi贸 La muerte y la br煤jula, una pesadilla donde deform贸 elementos de Buenos Aires, llamando al Paseo Col贸n Rue de Toulon y a las quintas de Adrogu茅 Triste-le-Roy. Sus amigos le dijeron que finalmente hab铆a encontrado el sabor de las afueras de Buenos Aires.
Don Segundo Sombra y la necesidad de influencias europeas
Los nacionalistas invocaban Don Segundo Sombra como libro nacional, pero Borges not贸 que abundaba en met谩foras que nada ten铆an que ver con el habla de la campa帽a y s铆 con las met谩foras de los cen谩culos de Montmartre. La f谩bula mostraba el influjo de Kim de Kipling, escrito bajo el influjo de Huckleberry Finn de Mark Twain. Para que existiera ese libro argentino, fue necesario que G眉iraldes recordara la t茅cnica po茅tica francesa y la obra de Kipling.
Por qu茅 la tradici贸n espa帽ola no es la soluci贸n
Otra soluci贸n propon铆a que los escritores argentinos deb铆an acogerse a la literatura espa帽ola. Borges objet贸 que la historia argentina pod铆a definirse como un querer apartarse de Espa帽a. Adem谩s, el placer de la literatura espa帽ola sol铆a ser un gusto adquirido. Las obras francesas e inglesas eran gustadas inmediatamente, mientras que los libros espa帽oles requer铆an un aprendizaje especial.
La refutaci贸n de la desvinculaci贸n argentina de Europa
Una tercera opini贸n afirmaba que los argentinos estaban desvinculados del pasado europeo, solos y primitivos. Borges consider贸 esta opini贸n infundada. En Argentina hab铆a un gran sentido del tiempo, y los acontecimientos europeos resonaban profundamente. Las posiciones durante la guerra civil espa帽ola o la Segunda Guerra Mundial determinaron peleas y distanciamientos graves. Los argentinos sent铆an profundamente su historia, que estaba cerca en el tiempo y en la tradici贸n familiar.
La cultura occidental como verdadera tradici贸n argentina
Borges afirm贸 que la tradici贸n argentina era toda la cultura occidental, y que los argentinos ten铆an m谩s derecho a ella que los habitantes de cualquier naci贸n occidental. Cit贸 a Thorstein Veblen sobre la preeminencia de los jud铆os en la cultura occidental: sobresal铆an porque actuaban dentro de esa cultura sin sentirse atados por una devoci贸n especial. Lo mismo ocurr铆a con los irlandeses en la cultura inglesa. Los argentinos estaban en una situaci贸n an谩loga: pod铆an manejar todos los temas europeos sin supersticiones, con una irreverencia que pod铆a tener consecuencias afortunadas.
Este problema era una forma del eterno problema del determinismo. Todo lo que los escritores argentinos hicieran con felicidad pertenecer铆a a la tradici贸n argentina, del mismo modo que tratar temas italianos pertenec铆a a la tradici贸n inglesa por obra de Chaucer y Shakespeare. Las discusiones sobre prop贸sitos literarios estaban basadas en el error de suponer que las intenciones importaban mucho. Kipling dedic贸 su vida a la propaganda pol铆tica, pero la verdadera esencia de su obra fue ignorada por 茅l, como Swift dej贸 un libro para ni帽os cuando quiso testimoniar contra la humanidad.
Repito que no debemos temer y que debemos pensar que nuestro patrimonio es el universo; ensayar todos los temas, y no podemos concretarnos a lo argentino para ser argentinos.